miércoles, 14 de diciembre de 2011

Frágil, cual camino de cristal dispuesto a hacerse añicos

Al fin hoy me decido a escribirte. Sé que esto no hará que nuestros desagradables encontronazos desaparezcan, pero quizá pueda localizarte y así intentar evitarlos.

Todo el mundo se ha topado contigo alguna vez, es algo normal, y lo mío hasta hace poco también lo era. A veces te encontraba en mi cama, después de ver una película de terror, después de una pesadilla o en una noche de tormenta. Quizá alguna vez más pudimos chocarnos, pero podía superarte. Sin embargo, tus visitas han ido aumentando a lo largo de los años y ahora me tropiezo contigo constantemente. Sinceramente, estoy empezando a preocuparme, ya que pasas por encima de mí como un huracán y lo destruyes todo. Apareces antes de un examen, haciéndome creer que no voy a superarlo, pero ni si quiera te conformas con eso; apareces en todas y cada una de mis expectativas de futuro. Intento luchar contra ti, pero en ocasiones eres mucho más fuerte que yo y desmontas todo aquello que yo había colocado con anterioridad. Admito que me cansas y me creas debilidades, sobre todo inseguridad en mí misma, pero también te prometo que lucharé contra ti hasta que te venza. Y cuando sienta que puedo contigo y vuelva a encontrarte en mi camino, ten por seguro que no volveré a dejar que me crees más barreras. Te miraré a los ojos con seguridad y te diré: “Miedo, a partir de hoy serás tú quien pierda las batallas”. Puede que incluso agradezca tus apariciones, no estoy segura. Lo único que sé es que no vas a debilitarme una vez más.

domingo, 27 de noviembre de 2011

El mundo que se esconde detrás de la barquita

Siento una sensación extraña cuando miro sus fotos. Es… Como si nunca hubiera formado parte de mi vida, pero a la vez extrañase todo lo que me hacía sentir, como si hubiera robado un pedacito de mí y ahora me tocara crecer sin él.

La verdad, es sorprendente cómo después de tanto tiempo, se puede notar una ausencia tan grande.


lunes, 24 de octubre de 2011

La vida sigue, amigo

Una vez un amigo me dijo que si una canción era capaz de sacar tus sentimientos afuera, significaba que esa canción era especial



El mundo no se va a detener porque tú estés mal, ni va a ponerte las cosas más fáciles. Aquí eres tú el que debe mandar, el que debe obligarse a dar el paso por mucho que cueste, el que debe levantarse después de haberse tropezado mil veces, porque nunca va a ser el último tropiezo. Pero tampoco será el último acierto, ni la última alegría, ni el último sentimiento.. Tampoco la última canción que te haga llorar, ni la última que te haga reír. Así que sé valiente, levántate un día y mira afuera de tu ventana, sin miedo, sin agachar la cabeza.. Y siente que tú puedes con todo y si aún así no eres capaz de abarcar el mundo, recuerda que estaré yo para echarte una mano o todo el cuerpo incluso, así que súbete al carro de la vida y sigue su ritmo, porque amigo.. esto no para nunca.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Con la música a otra parte

Últimamente no sé escribir. Antes siempre tenía claro que sensaciones me apetecía exponer o sobre qué me apetecería desahogarme, pero este verano creo que todo lo que había tenido desde hacía mucho tiempo en mi cabeza ordenadito, ha dado un vuelco y no encuentro dónde he puesto cada uno de mis pensamientos. Empezaré por el principio.

En julio me fui a Tenerife quince días a casa de mi tía. Algo en mí dijo que tenía que ir sola. Y así lo hice. Fueron 15 días completamente diferentes, en los que me conocí aún más a mi misma y quité importancia a cosas que no la tenían y que durante mucho tiempo se la había dado. La verdad, quedé bastante satisfecha con todo lo aprendido y "meditado" sobre lo que gira al rededor de mi vida y llegué a la conclusión de que no hay de qué preocuparse, porque "cada semilla sabe cómo llegar a ser árbol".


Después todo seguía con normalidad, esperando a mediados de agosto, que iba a ser una pequeña etapa de superación para mi. Iba a ir 10 días a un campamento para "ganarme" el título de animadora. Además de ser una superación por el hecho de que hay que darlo todo de tí misma para conseguirlo (ya que todos no podíamos obtenerlo), tenía que enfrentarme a mis miedos: otro campamento, después de dos años. Lloré durante dos semanas antes de ir, creía que no estaba preparada, que no iba a poder soportar volver a uno y que aquella persona no estuviera para mi.. que no pudiera regalarme abrazos a todas horas y no sintieramos la necesidad de no separarnos nisiquiera por un instante. Pero me equivoqué. Era otro campamento completamente diferente, en el que conocí a personas que siempre quedarán grabadas en mí, en el que me dí cuenta de que era más fuerte de lo que pensaba.. Y sobre todo, de que toda mi vida no depende sólo de esa historia. Que puedo vivir, y ya no eso, sino que tengo la obligación de hacerlo.


Y por último, mi viaje en septiembre a Punta Cana. Con mis padres y mi prima. Intuía que podía ser increíble, pero jamás pude llegar a pensar que tanto. He confirmado la sospecha de que puedo vivir sin aquella historia, de que ya no me duela aunque su nombre siga dentro de mí. El mar azul del Caribe y la arena tan blanca se llevó muy lejos de mi cualquier síntoma parecido a la tristeza, he conocido a personas muy especialese y abierto mi corazón como  desde hacía tiempo no había hecho.
 
 

Ahora sólo queda recordar, sonreír y soñar con un reencuentro. Una nueva y última etapa en el instituto me espera por delante.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Las estrellas son bellas por una flor que no se ve

-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo..

Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah! -dijo el zorro- Voy a llorar
-Tuya es la culpa -dijo el principito- No deseaba hacerte mal, pero quisiste que te domesticara..
-Sí -dijo el zorro
-¡Pero vas a llorar! -dijo el principito
-Sí
-Entonces, no ganas nada
-Gano -dijo el zorro- por el color del trigo

"Pero yo no estaba muy tranquilo. Me acordaba del zorro. Cuando alguien se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco"


Cuando yo no tengo palabras, él siempre me salva. (Un último año.. y haré que nuestros "ríos" vuelvan a juntarse)

jueves, 11 de agosto de 2011

Mientras tanto, simplemente sobreviviría

A veces, es bueno respirar otro aire.. Un aire sin recuerdos, sin dolor..


Te echo de menos, más que nunca

lunes, 20 de junio de 2011

Recuerdos de noches sin dormir

-No pienses que no te echo de menos, porque no te imaginas cuanto.. Lo que pasa es que no quiero decirlo
-¿Por qué?
-Porque hace que nos echemos más en falta. Y porque me hace pensar más de la cuenta.. y me asusto! ¿Y sabes por qué? Porque siento que te quiero demasiado


Soy de las personas capaces de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarte de la cabeza algo que no quiere salir del corazón.

jueves, 2 de junio de 2011

¿Y si no regreso jamás y este ruido no cesa?

Era otro día soleado. Marina miraba por la ventana, embelesada en sus pensamientos,  observando cada persona que pasaba por la calle a la que daba su ventana. Todos eran diferentes, unos caminaban deprisa, otros, en cambio, iban tan pendientes del mundo de sus cabezas que ni si quiera se percataban de las personas que se cruzaban por su lado. Como cada tarde, se quedó observándolos unas cuantas horas desde el anonimato. Ya lo había cogido por costumbre, podía pasarse tardes enteras intentando descubrir hacia dónde irían esas personas. 


Pero esa tarde se cansó más pronto de lo normal. Se dirigió hacia la habitación y comenzó a leer su diario. Se sintió perdida, viendo como su vida seguía prácticamente igual que desde hace dos años, con la sensación de estar destinada a quedarse dentro mirando hacia afuera, perdida en medio de una multitud que nunca descansa. No sabía hacer otra cosa que esto, pero aún así estaba segura de que aunque tuviera la oportunidad de cambiar, no elegiría otra cosa que no fuera esperar. O mejor dicho.. esperarle.

miércoles, 18 de mayo de 2011

La princesa y el soldado

Te contaré una historia. Sólo para ti, Totó. Sentémonos.
Hubo una vez un rey que dio una fiesta. Las más hermosas princesas asistieron. Un soldado de la guardia real vio pasar a la hija de rey. Era la más adorable, e inmediatamente el soldado se enamoró. Pero, ¿qué era un simple soldado al lado de la hija de un rey? Un día el soldado se las arregló para verla y le dijo que ya no podía vivir sin ella. La princesa quedó tan impactada por la profundidad de sus sentimientos que le dijo: "Si puedes esperar por 100 días con sus noches bajo mi balcón yo seré tuya". Dicho esto, el soldado salió y esperó un día, dos... luego diez, veinte. Cada noche la princesa lo buscaba y allí estaba él, sin moverse. Siempre allí, lloviera o relampagueara. Las aves se posaban en su cabeza, las abejas lo aguijoneaban, pero él no se movía. Después de 90 noches, se veía seco y pálido. Brotaron lágrimas de sus ojos. No pudo detenerlas. No tuvo ni siquiera fuerzas para dormir. Y todo ese tiempo, la princesa lo observaba. Cuando la nonagésima novena noche llegó... el soldado se levantó, tomó su silla, y se marchó...

-¿Qué? ¿Justo al final? 

-¡Justo al final, Totó! No me preguntes qué significa, no lo sé. Si logras descifrarlo, me lo dices...
 


-¿Recuerdas la historia del soldado y la princesa? Ahora entiendo por qué el soldado se fue justo al final. Una noche más y la princesa hubiera sido suya. Pero no había manera que ella pudiera mantener su promesa. Y eso hubiera sido demasiado cruel. Lo hubiera matado. De esta forma, al menos durante 99 noches, él vivía con la ilusión de que ella estaba allí, esperando por él...


Bueno, yo no estoy del todo de acuerdo con Totó. Yo pienso que si el soldado se levantó fue porque pensó que si la princesa lo hubiera querido de verdad, no le hubiera dejado estar 99 días y 99 noches esperándola, sino que habría salido a buscarle mucho antes, y por supuesto, no quería que ella tuviera que estar con él por obligación. Y vosotros, ¿qué opinais?

domingo, 8 de mayo de 2011

Siempre hay una estrella brillando en una noche cerrada

Sal a la calle a media noche sin abrigarte a penas y túmbate en la hierba. Entonces, descálzate. Siente el frío de la hierba mojada, el frescor de la noche y concéntrate en las estrellas. Olvídate de que se hará de día y no busques el sol, pues no lo verás hasta que no salga. Y así, cuando menos te lo esperes, verás amanecer. Solo es eso, vivir con lo que toque en cada momento, porque después de una larga noche, el sol siempre sale por el este.

lunes, 25 de abril de 2011

Tenía tantas ganas como miedo

-¿Y cómo fue? Quiero decir, ¿Cómo volvisteis a quedar? Después de tanto tiempo..
-No quedamos. Fui yo, loco, me lancé a la aventura. Siete horas de viaje al 50% de posibilidades de verla o no. Pero ya que tenía la oportunidad, no podía dejarla escapar, ¿entiendes? Necesitaba aclararme. Y lo hice. ¡Vaya si lo hice!
-¿Y de qué te diste cuenta?
-Me di cuenta de todo. No se trataba de recuerdos, ni de idealización, ni de obsesión. Ahora lo veo claro, estoy enamorado, tal y como sospechaba. Me encantan sus ojos, sus rastas, sus labios y ese hoyuelo que le sale cada vez que sonríe. Sus manos gorditas y sus uñas mordidas. Sus converse rotas, sus pantalones caídos y su estilo de pasota a la vez pensado. Su forma de hablar y su manera de mirar el mundo, ese lunar con forma de corazón que tiene en la piel y el sonido de su risa. Me encanta escuchar esa canción que me recuerda a ella y como consigue que me sienta, no sé, como si todo fuera posible.. Como si mereciera la pena vivir. 
-¿Y qué piensas hacer ahora que estás seguro de lo que sientes?
-¿Qué puedo hacer? Nada. Simplemente, esperar..



jueves, 31 de marzo de 2011

Simple evaporación

Y se esfumó en el viento. Así sin más. Dejando atrás todos esos abrazos que tantas veces nos refugiaron del mundo; aquellos besos a escondidas de los que sólo la noche era consciente; el vaso de leche con cola-cao y cariño antes de dormir y las miradas cómplices que sólo tú y yo éramos capaces de descifrar. Ese amor que se evaporó de un segundo a otro por tu parte, como lo hace el agua cuando el sol no le da tregua.


Respecto a la entrada anterior.. Me han encantado los finales que recibí, pero he comprendido que hay historias que es mejor dejar inacabadas.

martes, 22 de marzo de 2011

¿Quién le escribe un final a esta historia?

El corazón se acelera, se para y se vuelve a acelerar. No sabemos como actuar, ni él, ni yo. Después de tres años esperando un reencuentro, el momento ha llegado. Me entra pánico, pienso en retroceder. "Pero, ¿qué haces Marta?" pienso, "¿tanto tiempo soñando con esto y ahora quieres huir? No". Salgo en su busca luchando contra el viento y la lluvia. Me encuentro con su mirada desconcertada, intentando asociar la cara con la que se está encontrando de frente. Pero no le hace falta pensar mucho, en seguida se da cuenta. Se queda en blanco, sin saber que hacer, qué decir, ni cómo reaccionar ante esa situación. Se me escapa una lágrima, quiero abrazarle pero no sé como hacerlo.
-¿Qué haces aquí? -Pegrunta con gesto preocupado.
-Estudio aquí.
-Lo siento pequeña.. Tengo que irme ahora mismo, he quedado y llego tarde, pero ya nos llamamos. -Agacha la cabeza e intenta evitarme como sea. Pero esta vez no se lo permito.
-Espera un momento por favor. Yo he esperado tres años este momento y ahora, ¿no vas a poder esperar tú unos minutos? -Me mira asintiendo, agachando su cabeza en la capucha para esconderse de la lluvia, mientras que yo me quedo mojándome. -Sí Diego, llevo desde los 15 años pensando en ti, echándote de menos, intentando vivir mi vida, pero aún así tú seguías presente en mí de una manera u otra. No te haces a la idea de las veces que he pensado en este momento, que me he imaginado diálogos, que he llorado, que esta pequeña esperanza me ha hecho seguir hacia adelante o retroceder. Les he hablado 24 horas de ti a mis amigas y después he aprendido a dejar de hacerlo. Y todo esto mientras yo para tí era completamente indiferente. No te estoy juzgando por ello. Simplemente estoy intentando decirte que te quiero y que no he dejado hacerlo desde aquella vez que nos despedimos con un abrazo extraño en la estación y que ahora que estoy aquí sólo espero una respuesta. Sé que es una locura, presentarme en la puerta de tu casa un día lluvioso después de tres años, en el que no has podido pensar en nada, ni si quiera asimilar todo lo que te estoy diciendo.. Pero hay cosas que se sienten y yo necesito saber si tu sientes que hay una posibilidad, por mínima que sea, de que vuelva a surgir algo. Porque si no es así.. Desapareceré y tendré que aprender a vivir mi vida sin ti, pero esta vez de verdad.


Escribiendo esta historia no me sale ningún final, así que dejo este correo para que me mandeis lo que os ocurra que le dice Diego y que vosotros termineis la historia. El final que más me guste lo publicaré en la próxima entrada y pondré un link con el blog que lo ha escrito :)
La historia teneis que mandarla a este correo:
sensacionescompartidass@hotmail.com
Escribiendolo ahí y poniendome que blog es el vuestro.

Espero muchos correoooooos!

martes, 8 de marzo de 2011

Tanto cambio sinsentido

Últimamente las cosas cambian de un momento a otro. Sinceramente hacía mucho tiempo que no me encontraba en un momento con tanto cambio. Ahora mismo estoy en una montaña rusa. Tan pronto puedo estar en el pico más alto, como al minuto, en el más bajo.       
Puede que sea un poco bipolar. Un día me verás llorando, por los suelos, y al siguiente dando saltos de alegría en lo más alto. Por las mañanas puedo ser encantadora y por las tardes la más odiosa que conozcas.   Mis sonrisas te pueden embobar, pero tengo miradas que te van a espantar. Habrá días que estaré 24 horas contigo, abrazándote, agobiándote, haciéndote reír. Otros, sin embargo, notarás que no estoy aquí, que nada me incumbe y nadie tiene que ver conmigo, esos días te aconsejo que no te esfuerces ni en tocarme. Con el tiempo verás que soy de extremos, que conmigo es blanco o negro, pero que el gris para mí no existe: o te quiero o te odio, o me gustas o me das asco, o me da igual o todo me influye. También te darás cuenta de que me doy entera a todo, que las cosas, cuando decido hacerlas, las voy a hacer bien y me dejaré en ellas sudor y lágrimas, que cuando lloro, lloro hasta soltar la última lágrima, que cuando río, se me sale toda la fuerza en cada carcajada, que cuando me enfado, lo hago con toda mi energía, que cuando grito, me dejo la garganta y que cuando beso, lo hago como si fuera la última vez. Después de darte cuenta de todo eso, sabrás si eres un poco inteligente, que cualquier día, a cualquier hora, me puedo ir de tu vida tal y como llegué, sin esperarlo, con fuerza, y de repente. Para ese día ya habrás descubierto que es inevitable cogerme cariño. Pero no te preocupes, cuando me vaya ya me conocerás lo suficiente y sabrás qué hacer para que vuelva, si no lo sabes todavía. 
 

   
(Concierto Lagarto Amarillo, Salamanca)

 
 (Carnavales 2011)




Si ves la página medio vacía.. vas a tener que aprender a mirar.

martes, 22 de febrero de 2011

Pelota, punto, partido, se acabó, se finito.

-Gonzalo acaba con esto ya. Sin darte cuenta has llegado demasiado lejos. Estás en un pozo donde hagas lo que hagas cualquiera de los dos saldrá perjudicado.
-Lo sé. Y no sé que es lo que puedo hacer.
-Simplemente sé sincero.
-Tienes razón tengo que serlo. Mi comportamiento ha sido totalmente egoista, ahora mismo me siento fatal conmigo mismo por haberme comportado así. Pero no estaba siendo consciente de lo que estaba haciendo y de lo que estaba pasando. No pensaba que en realidad ella sólo era una vía de escape para desengancharme del todo de Lorena. El sabado me comporté como una mala persona, no sé por qué me salio todo lo que dije, ni todo lo que hice. Pero bueno, ya que la he cagado bastante no quiero que ella siga pensado cosas que no son, como que la quiero, porque yo mas que nadie se que si hay una minima posibilidad, por minimia que sea, el sentimiento va a estar ahí y va a ser mas difícil olvidar. Y necesito que sepa que no hay oportunidad, que solo fui yo que la cagué. Y quizá lo mejor será que ahora no me soporte, aunque a mi tambien me duela porque le he cogido mucho cariño, pero lo mejor para ella es que olvide a este egoísta, que sin quererlo, juega con los sentimientos de los demás.
-Gonzalo, sabes que cuando le digas eso le vas a hacer mucho daño, ¿no? Y que te va a odiar. Y va a querer que desaparezcas de su vida, igual que apareciste. Así, derrepente.
-Si, claro que lo sé. Y me lo merezco. Pero es lo mejor. Para ella, para mí, para los dos.
 
Fotos: juegos de luz sacadas por mí el domingo por la noche desde el coche.

domingo, 13 de febrero de 2011

Me arruinan las prisas


Si corres para intentar atrapar la vida, morirás en el intento. Si persigues al tiempo como si fuese un bandido, se acabará comportando como tal; siempre te sacará muchos kilómetros de ventaja, se cambiará de nombre o color de pelo para darte esquinazo, se escabullirá por la puerta trasera del hotel justo cuando tú entras por la principal con una orden de registro. En algún momento no te quedará más remedio que dejarlo, porque el tiempo no se va a parar nunca. Tendrás que admitir que no puedes darle caza. Y que, además, tampoco tienes por qué hacerlo. En algún momento tienes que aceptar las cosas como son, quedarte quieta y dejar que las cosas pasen solas.




Me cansa tanto trafico y tanto sinsentido, 
parado frente al mar mientras que el mundo gira.

jueves, 3 de febrero de 2011

Gambas Berlín 2011



   

Este es el tablón de mi amiga Irene Fombellida y lo pongo aquí porque no hay mejor forma de resumir todo..

Es imposible narrar todo lo vivido durante estos cinco días con vosotros en la ciudad del muro.. pero lo intentaré; y espero que cada frase/palabra os recuerde uno de tantos momentos especiales:
Presentaciones, bus, idea del killer (magnífica), foto típica en las chimeneas (¿Quien no tiene una?), Avión, fotos, nervios, maletas, f r í o, hotel, explicaciones en alemán, secreto mejor guardado (más tarde revelado), p a s e i t o, más frrrio, primeras confidencias, primera noche "en vela", desayunos con cruasanes, cereales, c a f é, tostadas, mermeladas, queso, jamón, nocciola, prisas, metro, fotos agachados solos y acompañados, museums insel, frrrio, s t a r b u c k s, librerias abiertas a las doce de la noche que nos sirven de estufa, pasar frrio buscando una cuerda que nunca encontramos, entrar en una casa ocupa que da para mucho: salir colocados, miles de fotos, caer una cámara, poner sonrisas falsas.., esperar por las de siempre (cuando no es por un piercing es por una pulsera xD), Brandemburger Tor, ser españoles y hablar alto, creernos gambas y que todos nos miren, hacernos nuestros propios bocadillos olvidandonos de pagar la bebida ( ;) ), conversaciones que empiezan entre dos y acaban siendo de toda la mesa, necesito ir al baño, duchas a la una de la mañana, currywurst, alemanes que "ligan" con juanma pero que hablan en inglés, perdernos por el Holocausto mahnmal, y sentirnos extraños/tristes al salir, hablar mejor el inglés que el alemán (aún teniendo a Juanma como profesor), cotilleos con Pepa, perderte por el museo judio y que alguien te diga que tienes que seguir las flechas..,escribir un deseo en árbol, hacer la gamba en la puerta de Brandemburgo, más frrrrrio y más cafés,que te duela el hombro y saber que alguien te va a llevar el bolso (gracias), gente maravillosa, noches de juegos, servilleta, guantes, compresa, boligrafo, fundadecamara, vaselina, crema, sentirte el asesino y encima tener cómplices, más frrrrio y cansancio, última noche, ultimo tramo en autobús por alemania, quejas de la señora del aeropuerto, comprar en el burguerking y que te toque el twister (ahora para que?),estruje de manos en el avión, sueño, dormir o por lo menos intentarlo ;), viaje de vuelta..



 



Danke für alles. Ich liebe euch!

martes, 25 de enero de 2011

Hasta pronto!

Hola bloggers! Estoy emocionada porque el jueves (ya sólo me queda mañana) me voy con los de primero y segundo de bachillerato de mi clase de alemán del instituto a Berlín cinco días y me muero de ganas de ir! A parte que nos conocemos todos porque llevamos 5 años juntos y hay muchisima confianza, tanto como con el profesor, como entre nosotros, como con los de 2º, es la primera excursión con el instituto de más de un día.
En Alemania he estado en la Selva Negra (un campamento que JAMÁS olvidaré) y de intercambio en Bonn. Es un país y un idioma que me encanta.
Pero en fin, que me voy en un día y estaré desaparecida unos cinco, porque allí no podré usar el ordenador y además aunque pueda no quiero, porque NECESITO evadirme.



Foto de la izquierda es el  Holocaust Mahnmal, es del tema sobre el que tengo que explicar cuando lleguemos allí (y que aún no he preparado).
La foto de la derecha es una foto de Berlín. Cuando vuelva ya pondré fotos del viaje sacadas por mí.





Reflexiones de Ana en una noche sin dormir.

Ana se despertó con los ojos hinchados de llorar, marcados por las ojeras, rojos de no conseguir dormir en toda la noche. Esa tarde había quedado con Domi, un chico ingés que está loco por ella, pero no le apetecía, así que le mandó un sms en el que le propuso dejarlo para otro día.
"Pero Ana ¿Se puede saber qué haces? No es justo. Estás jugando con un chico al que le tienes loco y al que sólo le haces caso porque mientras piensas qué ponerte cuando quedas con él no piensas en Marcos. Creo que es una actitud demasiado egoísta por tu parte, pero tú verás lo que haces." Las palabras de su amiga Carlota resonaban en su cabeza. Sabía que tenía razón, pero no quería hacerle caso. Quería ser egoísta. Necesitaba serlo. Además, ella tampoco le había hecho daño a Domi, le había dejado claro desde el principio que esto era un juego, que no iba a ir más allá "son ratos en los que los dos estamos agusto, pero no hay nada más" le había dicho. Pero ella sabía que si había más por parte de él.
Se puso a desayunar, aunque no tenía hambre, tenía el estómago cerrado. No podía creerselo aún. Marcos le había colgado al reconocer su voz. "Me odia". Se dijo, estremeciéndose al pensarlo. No podía dejar de llorar, fuerte, muy fuerte. Han pasado ya dos años desde que estuvieron juntos pero ella siempre le ha estado esperando. No ha sido voluntario, pero había sido incapaz de dejar entrar en su corazón a otra persona que no fuera él. 
Se acabaron las esperanzas de verlo, de abrazarlo, besarlo, de volver a estar a su lado, de tener una nueva historia sin problemas de por medio.. En un abrir y cerrar de ojos todas esas esperanzas que Ana había ido fabricando poco a poco se habían roto. No podía entenderlo, no había hecho nada malo para que la odiase. Había sido una sensación extraña. Sintió ahogo, como si le hubieran cerrado todas las puertas de casa y sintiera la necesidad de echar a correr y no parar nunca. Y Ana odia correr. Pero en ese momento era lo que más necesitaba en el mundo. Correr, correr, correr.. Y no parar.
"Para Ana. Se acabó llorar por algo que no tiene sentido, que has sido tú la única que se ha hecho ilusiones. Vale que él prometiera un futuro a tu lado, pero lo hizo cuando te quería, y ahora ya no te quiere y te estás aferrando a esa idea. Pero se acabó. No más privados, no mas llamadas, no más mensajes, no más cartas." Y se acuerda de la carta tan bonita y con tanto sentimiento que le iba a enviar. Pero se quedará ahí, en el sobre, dentro de su cajón de los recuerdos. Como su amiga Carlota siempre dice "Tú ya le has tendido tu mano mil veces y él sabe que cuando quiera tu mano puede estar ahí, no puedes pretender cogersela tú también." 
Hoy lo ha decidido. Va a olvidarle, o al menos va a intenterlo. "Y si quiero olvidarme de Marcos, tengo que hacerlo bien". Así que cogió el móvil y marcó el número de Domi. Esta historia sin sentido tenía que terminar ya.

miércoles, 19 de enero de 2011

Y sin embargo, éramos felices

¿Por qué te pones tan triste al pensar en aquellos días? ¿Será que añoras la felicidad pasada? A veces un final doloroso hace que el recuerdo traicione la felicidad pasada. A lo mejor la única felicidad verdadera es la que dura para siempre. Porque sólo puede tener un final doloroso lo que ya era doloroso de por sí, aunque no fuéramos conscientes de ello, aunque lo ignorásemos. Pero un dolor inconsciente e ignorado ¿es dolor?

domingo, 9 de enero de 2011

Mis sensaciones a flor de blog

Últimamente he pensado en demasiadas cosas. Me he dado cuenta de que como dice Fito “yo no sé si el mundo está al revés, o soy yo la que está cabeza abajo” No entiendo por qué el mundo está basado solamente en la superficialidad de las cosas. No entiendo por qué no todo va en función de los sentimientos o por qué tenemos miedo al qué dirán, cuando lo único que debe importarnos es ser feliz de la manera que queramos serlo. No entiendo por qué lo bueno está en lo “normal”, ni por qué lo mejor está en lo más caro. No entiendo por qué los sentimientos son una cosa criticable. Y no entiendo lo que ve por “normal” todo el mundo.

Aprovecho para hablar más sobre mis sentimientos. Como he dicho en entradas anteriores, estoy atada al pasado y por más que lo intento, no puedo evitarlo, sigo ahí, estancada, pensando en lo mismo de siempre, en la misma persona de siempre. Pero he entendido lo que me pasa gracias al principito. “No supe comprender nada entonces. Debí haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba. ¡No debí haber huido jamás! Debí haber adivinado su ternura detrás de sus pobres astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla.” Eso es lo que me pasó a mí. Me enamoré completamente, pero jamás supe amarle y tampoco era consciente de estar a su lado. Y ahora que tiene su vida me maldigo mil veces por no haber estado a la altura de las circunstancias, por no haber aprovechado su amor tal y como debería, y sobre todo, de no haberle dado todo el amor que yo sentía. Sabía perfectamente que le quería y todo lo que yo sentía, pero tuve actitudes muy egoístas y no era consciente de que aun siendo una relación diferente, seguía siendo una relación. Cuando todo terminó, yo adopté una actitud completamente infantil, pensando que yo era la buena de la película y echándole toda la culpa a la otra parte. Qué fácil es hacer eso. Lo difícil es ver que la culpa es de las dos partes, o de ninguna, supongo que no quisimos hacernos daño a posta, y si lo hicimos, tendríamos alguna razón para ello. Antes me obcecaba y miraba atrás y no veía más que cosas buenas por mi parte, y ahora mi punto de vista ha dado una vuelta completamente; veo sólo las cosas malas que yo hice antes y después de que todo acabara. Ahora tengo dos opciones: quedarme con el lado bueno, o con el malo. Y yo me quedo con el bueno, con la felicidad, con las sensaciones.. Y es esto lo que hace que me quede atada al pasado. Pero todo esto me ha hecho madurar, y darme cuenta de miles de cosas que antes no hubiera entendido. Me ha hecho ver la vida de otra manera y he aprendido que “no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.”


sábado, 1 de enero de 2011

Y Natalia lloró. Lloró como lo hacía cada noche

Antes de nada, feliz año a todos! Espero que este 2011 sea un año cargado de felicidad, un año de recordar, de esos que quedan marcaditos por una cosa u otra. A mi el 2010 se me hizo eterno. Dicen que eso es signo de que no fue bien.. Y la verdad, eso creo que fue. Sólo espero que el 2011 sea un poquito mejor. Bueno, os dejo aquí con otra historia. Ya os contaré el 30 de enero en qué posición he quedado en el concurso de la entrada anterior, aunque como os he dicho, no espero que sea muy buena. Un beso (el primero del año desde este blog!)



Eran las cuatro de la mañana y Natalia no podía dormir. Llevaba horas en la cama dandole vueltas a la misma historia de siempre. Al final decidió levantarse y sacarse todos esos pensamientos que le impedían cerrar los ojos. Encendió el ordenador y se puso a escribir:

Me siento estúpida al escribirte esto, más que nada, porque sé que nunca te lo voy a enviar, pero ya ves, aqui estoy escribiendolo como una tonta, pensado que esto pueda hacer que me sienta mejor.
Ojalá pudieras saber cuanto te necesito, todo lo mal que lo paso día a día, sabiendo que no volveremos a estar asi, como estuvimos. Y es absurdo, estar mal por algo que no va a ocurrir, totalmente, pero ya ves, aun sabiendo que esto es imposible, siento que cada día que no te tengo el corazón me quema por dentro cada vez más.
Quizá si tubiera una esperanza, tan sólo una, de que se repitiera un día a tu lado, con tus besos, tus abrazos, tus te quiero.. quizá fuera otra vez feliz.
En realidad soy una estupida, porque mi felicidad está en la palma de tu mano. Tú puedes hacer que no pare de sonreir, o como ahora mismo sin tenerte, haces que no merezca la pena levantarme. Quizá cuando pase un tiempo sepa que esto de que todo dependa de ti es una idiotez.. pero no puedo hacer otra cosa, yo no controlo mis sentimientos. Y tú, no sé ni como, ni porqué, te has convertido en el centro de mi mundo.
Me gustaría tener el valor suficiente para mandarte este correo, la cosa es que no lo tengo. No me arrepiento de haberte dicho que estoy aun enamorada de ti, porque es la verdad. Lo que no puedo entender es como tú puedes olvidar tan pronto. Sé que yo no he sido tan importante como lo que tú eres y has sido para mi, pero si como tú dijiste, te enamoraste.. No sé. Ojalá yo tambien tubiera esa facilidad de olvidar asi a las personas, la verdad es que todo sería mucho más fácil.
Y nada más, voy a terminar ya mi finjido mensaje, porque la verdad no me sirve de nada, simplemente he escrito todo lo que quería decirte, y la verdad, no ha hecho que me sienta mejor, pero al menos he escrito algo.

Te quiero, y creo que va a ser de esta manera por mucho tiempo.

Cerró el mensaje. Lo guardó en borradores y apagó el ordenador. No lo iba a enviar y lo sabía desde un principio. No tenía la suficiente valentía para hacerlo. Se echó en la cama y lloró. Lloró como lo hacía cada noche. Se había convertido en una costumbre para ella. Pero Natalia no perdía la esperanza, sabía que algún día, en algún momento, iba a ser feliz otra vez.