sábado, 20 de octubre de 2012

Cambio amores de primavera por otoño

Creo que esta es la estación del amor, más incluso que primavera. Parece ser que con la llegada del frío necesitamos que alguien nos arrope, nos estruje, nos caliente. Además, sin duda, pienso que es el metro el lugar donde surgen los momentos más tiernos y especiales. Siempre que voy en él, encuentro parejas que se besan y se aprietan sin parar. Como si esa fuera su forma de demostrarse que no les influye todo aquello que les rodea.

Recuerdo como tú y yo nunca tuvimos esos impulsos de comernos con los labios rodeados del mundo. A ti y a mi nos servía con los ojos. A mi me valía contigo, con las suaves caricias en la palma de la mano mientras hablábamos, o los dulces besos en la espalda antes de que alguno de los dos se levantara de donde fuera que estuviéramos sentados.
Me valía contigo.

Quizá vuelva a comerme a alguien con los ojos.
Quizá sea yo quien ahora se bese en el metro.

Puede que me acuerde de ti.
Puede que no vuelva a necesitarte.

O si.