lunes, 30 de agosto de 2010

Recuerdos de aquel verano

-Dime, ¿qué es lo que más recuerdas del verano que pasamos juntos?
-Todo.
-¿Nada en particular?
-No -respondió.
-¿No lo recuerdas?
Tardó un minuto en responder, y lo hizo en voz baja, grave:
-No, no es eso. No es lo que piensas. Cuando digo todo, hablo en serio. Recuerdo cada instante que pasamos juntos, y todos ellos fueron maravillosos. No puedo escoger un momento que significara más para mí que otro. Todo el verano fue perfecto, la clase de verano que todo el mundo debería tener la oportunidad de vivir. ¿Cómo iba a elegir uno en particular? Los poetas siempre describen el amor como un sentimiento que escapa a nuestro control, que vence a la lógica y al sentido común. En mi caso fue exáctamente así. No esperaba enamorarme de ti, y dudo mucho que tú tuvieras previsto enamorarte de mí. Pero cuando nos conocimos, ninguno de los dos pudo evitarlo. Nos enamoramos, a pesar de las muchas dificultades. Para mí fue un amor que sólo puede existir una vez, y por eso cada minuto que pasamos juntos ha quedado en mi memoria. Nunca olvidaré un sólo instante de nuestra relación.
Alguien me dijo que el primer amor te cambia la vida para siempre, y por mucho que te empeñes, el sentimiento nunca muere del todo. Y hagas lo que hagas, te acompañará siempre.

viernes, 20 de agosto de 2010

500 days of Summer

Me encanta su sonrisa, su pelo, sus rodillas. Me encanta el lunar con forma de corazón que tiene en la piel. La forma en la que a veces se moja los labios antes de hablar. Y el sonido de su risa. Me encanta mirarla cuando está dormida. Me encanta escuchar esa canción cada vez que pienso en ella y cómo consigue que me sienta. Hace que todo sea posible, no sé... como si mereciese la pena vivir.


-¿Qué somos?
-No lo sé. ¿Qué más da? Soy muy feliz, ¿tú no eres feliz?

miércoles, 4 de agosto de 2010

Dieciseis

Hoy acaba una etapa de mi vida y empieza una nueva. 

Si tuviera que destacar momentos, no acabaría, ya que para mí este año ha sido el más importante de mi vida (hasta ahora). Lo que sí se es lo mucho que me ha enseñado este año. He aprendido muchas cosas y en realidad, he madurado como persona.

He aprendido que quince días pueden cambiar tu vida radicalmente, que las primeras impresiones no son las que cuentan y que las discusiones no te llevan a ningun sitio. He aprendido también que el amor está en todas las partes, incluso en las personas que menos esperas. También, que no hay que juzgar sin saber antes exáctamente como es. Y que no hay que tener prejuicios sobre algo o alguien. He aprendido que las relaciones hay que mimarlas, tanto las relaciones de amistad como las amorosas y sobre todo, que no hay que perderlo todo por alguna equivocación, que existen las segundas oportunidades. Y también he aprendido a dejarme llevar.

Me he dado cuenta de con quienes puedo contar sin dudar. De quienes son esas personas con las que no hablas todos los dias, pero que en realidad no podrías vivir sin ellas. De quienes son esas personas que no van a estar ahí a la larga. Y de quienes son aquellas, que las recuerdas y las echas de menos en la distancia.

Sólo me queda despedirme de mis quince y darle la bienvenida a los dieciseis