domingo, 25 de abril de 2010

¿Qué tengo?


Debes saber que llevo grabada una advertencia invisible: nada de compromiso. Nunca me casaré. A pesar de mis esfuerzos empiezo a notar algunas grietas en mi capa exterior. Cuando reviso mi insignificante vida, y todas aquellas mujeres que he conocido, no puedo evitar pensar en todo lo que han hecho por mí y en lo poco que he hecho yo por ellas; en cómo cuidaron de mí, se preocuparon por mí, y yo les correspondí no devolviéndoles nunca el favor. Sí, creía que era el que sacaba mayor beneficio. Y... ¿qué tengo? En serio... Unas monedas en el bolsillo, algunos trajes caros, un coche elegante a mi disposición... y estoy soltero. Sí, sin ataduras, libre como un pájaro... No dependo de nadie, y nadie depende de mí. Mi vida es sólo mía, pero no tengo la conciencia tranquila, y si no tienes eso, no tienes nada. Así que no puedo dejar de preguntarme cuál es la respuesta: ¿Qué sentido tiene todo?

sábado, 17 de abril de 2010

Crees..

-¿Crees que puedes estar enamorado sin darte cuenta?
-No. Creo que no.

-Yo pienso que sí. Pienso que puedes enamorarte y darte cuenta enseguida de lo que sientes. Pero que también puedes estar enamorado y no saberlo. Porque no lo quieres saber y ni si quiera se te pasa por la cabeza. Hay personas que se dan cuenta en seguida de lo que sienten y otras, en cambio, que tardan bastante tiempo. Y por eso estoy aquí.

-¿Para qué? No entiendo nada. ¿Estás aquí para contarme todo esto?

-No. Estoy aquí para decirte que nunca me había imaginado esto y que he tardado demasiado en darme cuenta. Que estoy totalmente enamorada de ti y que haría cualquier cosa por conseguirte.



Él no dice nada, pero ella espera una respuesta. Se le acerca y la convence de lo que siente sin ninguna palabra. De la forma más sencilla y convincente.

sábado, 10 de abril de 2010

Perdona si te llamo amor.


Un beso. Uno solo no. Otro. Y otro más. Manos que se entrelazan, ojos que se buscan y encuentran espacios y panoramas nuevos. Esa vez. Momento único. Que desearías que no acabase. Que fuese el inicio de todo. Descubrirse vulnerables y frágiles, curiosos y dulces. Una explosión. Comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirse ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato.