El corazón se acelera, se para y se vuelve a acelerar. No sabemos como actuar, ni él, ni yo. Después de tres años esperando un reencuentro, el momento ha llegado. Me entra pánico, pienso en retroceder. "Pero, ¿qué haces Marta?" pienso, "¿tanto tiempo soñando con esto y ahora quieres huir? No". Salgo en su busca luchando contra el viento y la lluvia. Me encuentro con su mirada desconcertada, intentando asociar la cara con la que se está encontrando de frente. Pero no le hace falta pensar mucho, en seguida se da cuenta. Se queda en blanco, sin saber que hacer, qué decir, ni cómo reaccionar ante esa situación. Se me escapa una lágrima, quiero abrazarle pero no sé como hacerlo.
-¿Qué haces aquí? -Pegrunta con gesto preocupado.
-Estudio aquí.
-Lo siento pequeña.. Tengo que irme ahora mismo, he quedado y llego tarde, pero ya nos llamamos. -Agacha la cabeza e intenta evitarme como sea. Pero esta vez no se lo permito.
-Espera un momento por favor. Yo he esperado tres años este momento y ahora, ¿no vas a poder esperar tú unos minutos? -Me mira asintiendo, agachando su cabeza en la capucha para esconderse de la lluvia, mientras que yo me quedo mojándome. -Sí Diego, llevo desde los 15 años pensando en ti, echándote de menos, intentando vivir mi vida, pero aún así tú seguías presente en mí de una manera u otra. No te haces a la idea de las veces que he pensado en este momento, que me he imaginado diálogos, que he llorado, que esta pequeña esperanza me ha hecho seguir hacia adelante o retroceder. Les he hablado 24 horas de ti a mis amigas y después he aprendido a dejar de hacerlo. Y todo esto mientras yo para tí era completamente indiferente. No te estoy juzgando por ello. Simplemente estoy intentando decirte que te quiero y que no he dejado hacerlo desde aquella vez que nos despedimos con un abrazo extraño en la estación y que ahora que estoy aquí sólo espero una respuesta. Sé que es una locura, presentarme en la puerta de tu casa un día lluvioso después de tres años, en el que no has podido pensar en nada, ni si quiera asimilar todo lo que te estoy diciendo.. Pero hay cosas que se sienten y yo necesito saber si tu sientes que hay una posibilidad, por mínima que sea, de que vuelva a surgir algo. Porque si no es así.. Desapareceré y tendré que aprender a vivir mi vida sin ti, pero esta vez de verdad.
Escribiendo esta historia no me sale ningún final, así que dejo este correo para que me mandeis lo que os ocurra que le dice Diego y que vosotros termineis la historia. El final que más me guste lo publicaré en la próxima entrada y pondré un link con el blog que lo ha escrito :)
La historia teneis que mandarla a este correo:
sensacionescompartidass@hotmail.com
Escribiendolo ahí y poniendome que blog es el vuestro.
Espero muchos correoooooos!